12 junio 2007

LA REGENTA, citas más importantes

- XXX  Fermín de Pas = transformación en “animal”, salir de sus límites y enfrentarse a todo lo que hay en él de vicio, de INSTINTO, todo el Magistral es instinto en el último capítulo y actúa siguiendo las directrices de lo no pensado, solo siente:

1. “se ahogaba”
2. “Memoria excitada del Magistral”
3. “Los cuerpos sólidos parecían todos huecos; todo parecía tener la fragilidad del sueño” = Magistral ya no es humano-vetustense hipócrita, es persona, ser herido le ha hecho “despertar del letargo” y por eso la sotana se le queda pequeña, volver al ser natural le hace querer huir de la cárcel = “trapo de carnaval colgado al cuello”. Dentro de su “mundo animal” no represivo en el que se pueden expresar con libertad las “pasiones del cuerpo” él es el “marido” de Ana = “él era el marido… y no aquel idiota”.
4. “Él tenía el deseo, la necesidad de matar y comer lo muerto, y no tenía el derecho. Era un clérigo, un canónigo, un prebendado”.
5. El Magistral es ya un animal pero ATADO por las cadenas, controlado = “La sotana, azotada por las piernas vigorosas, decía: ras, ras, ras, como una cadena estridente que no ha de romperse”.
6. Desde este punto de vista entiende la NECESIDAD DE MATAR A LOS QUE LE HAN HERIDO = “Idiotas, ¿qué por qué mato? Porque me han robado a mi mujer, porque me ha engañado mi mujer, porque yo había respetado el cuerpo de esa infame para conservar su alma, y ella, prostituta como todas las mujeres, me roba el alma porque no le he tomado también el cuerpo… olvidé ser con ella tan grosero como con otras, olvidé que su carne divina era CARNE HUMANA … la PODREDUMBRE de su cuerpo me está envenenando el alma. Mató porque me engañó, porque sus ojos se clavaban en los míos y me llamaban hermano mayor del alma… MATO PORQUE PUEDO, porque soy FUERTE, porque soy HOMBRE… porque soy FIERA”.
7. “Se paseó por la estrecha habitación como por una JAULA”.
8. “Clavaba las UÑAS”
9. “La PASIÓN hablaba entonces con el MURMULLO LENTO Y GUTURAL de la basura corriente y encauzada”.
10. “Como una TÓRTOLA”.
11. ENCIERRO = “y arrojar yo la MÁSCARA y la ROPA NEGRA, y ser quien soy, lejos de aquí donde no lo puedo ser. Yo era un HOMBRE”

El Magistral es toda la novela un personaje contenido, como todos, obligado a ser quien no es, obligado a fingir bajo un “disfraz”, es una persona ejemplar como demuestra en muchas ocasiones (todo el mundo le quiere como confesor). Por eso su transformación en “hombre”, la transformación en figura humana de ese “espíritu supravetustense” es mucho más violenta y solo podía hacerse cerca ya del final, cuando todo puede salir de sus límites y deshacerse, cuando todo tiene capacidad para mostrarse, para salir al exterior y el lector ha podido observar desde diversos ángulos que todos los personajes tienen pasiones, que son humanos por dentro aunque por fuera no dejen de ser hipócritas “por aquellas ruinas de su indignación artística se paseaba FURIOSO deseando algo más suculento para la venganza que la tinta y el papel MUDO Y FRÍO” (los procedimientos “correctos” se le antojan sosos, débiles para lo que le pasa por dentro).

El “Magistral-hombre no sirve ya en el contexto de la ciudad de Vetusta:

12. “¿A qué iba él allí?¿Quién le llamaba a él en aquella casa donde en otro tiempo tanto valía su consejo, tanto se le respetaba y hasta quería? NADIE LE LLAMABA. No debía entrar”.

Los asuntos del Magistral-hombre no se pueden decir –nombrar en el espacio de la casa de Fermo, dominado por la mirada materna (Paula):

13. “Nada se dijo de lo que preocupaba al hijo y a la madre. “No se podía hablar de aquello”, pensó él. “No se podía hablar de aquello, ni a solas”, pensaba ella. La madre lo sabía todo. Había comprado el secreto a Petra”.”

Simbiosis Fermo + Paula:

14. “Si antes la maldecía porque la creía de su Fermo, ahora la aborrecía porque el desprecio, la burla, el engaño, la herían también a ella”.
15. “Y lo que más temía Doña Paula era que el Magistral no pudiera sufrir sus celos y cometiera algún delito escandaloso”.
16. “Hijo de las entrañas”

ENCIERRO=

17. “Se le ocurrían proyectos disparatados, crímenes de tragedia, pero los desechaba en seguida. Estaba ATADO POR TODAS PARTES”.
18. “Pero aquello SOTANA LE QUEMABA EL CUERPO. La idea de maniaco de que estaba vestido de máscara llegó a ser una obsesión intolerable. Sin saber lo que hacía, sin poder contenerse, corrió a un armario, sacó de él su traje de cazador… y se TRANSFORMÓ el clérigo en dos minutos en un MONTAÑÉS ESBELTO”.
19. “En el armario había un CUCHILLO de montaña… el filo señalado por rayos luminosos parecía tener una expresión de ARMONÍA con la PASIÓN del clérigo. El Magistral le encontraba una música al filo insinuante”.

En medio de esta transformación la mirada de la madre aparece de nuevo, se filtra en el cuarto de Fermín obligándole a dejar de lado todos esos pensamientos desnudos propios del CAZADOR no del CLÉRIGO, la “desnudez” se ve interrumpida por Paula convirtiéndose ésta en la extensión de la sotana –cárcel:

20. “Doña Paula se movió arriba. Crujieron las tablas del techo. Como si las ideas de la madre se hubiesen filtrado por la madera y caído en el cerebro del hijo, Don Fermín pensó de repente: Pero, no, todos éstos son disparates”.

De repente, Fermín cae en la cuenta de que su única arma es la palabra, sale del estado Magistral – hombre y vuelve a la sotana –cárcel como ¿refugio? O como lo único que le configura verdaderamente (De Pas se construye en Vetusta a través de la sotana que a la vez le encierra y le da poder!!!), vuelve a darse cuenta de la realidad de su figura –condición:

21. “Fermín se despojó del chaquetón pardo… guardó todas estas prendas más el cuchillo en el armario y SE VISTIÓ LA SOTANA Y EL MANTEO, COMO UNA ARMADURA”

El Magistral opta no vengarse directamente de Álvaro y Ana ya que él está encerrado en la sotana desde donde puede usar la palabra para que otros lleven a cabo la VENGANZA que él mismo ha ideado para los amantes. La palabra sí es aceptada en su cárcel. Así, coincidiendo con la venganza que ha ideado su madre (¿casualidad?), decide hablar a Víctor para que se vengue él y haga lo que el Magistral no puede ya que está inhabilitado para usar la fuerza, Don Víctor será sus manos en esa venganza:

22. “Sí, sí, mirando las cosas como las veía el mundo, AQUELLO PEDÍA SANGRE”
23. “Sí, había hombre, LA MÁQUINA ESTABA DISPUESTA, el CAÑÓN con que ÉL IBA A DISPARAR su odio de muerte, ya estaba cargado hasta la boca”.
Utiliza el Magistral a Don Víctor como si de un actor se tratase cumpliendo el guión que el sacerdote ha ideado, parece controlarlo como si estuviese en un plano superior manejando marionetas/actores/muñecos. A partir de ahí Quintanar realiza el papel recibido “indirectamente” (símbolo del PODER del Magistral toda esta puesta en escena, hasta Quintanar sale embozado como en las comedias de capa y espada).

FINAL=

24. “El Magistral seguía en su sitio”  después de todo lo que ha pasado, de haberse transformado, sentido pasiones, actuado como un hombre normal y no como un clérigo vuelve otra vez a su postura altiva y poderosa, ante Ana sigue en su sitio porque su sitio ahora, después de la venganza, vuelve a ser la sotana. Después de haber descendido (¿sin que nadie lo sepa?) al mundo de los vetustenses, de los hombres normales y no superiores, retorna a SU SITIO- OBSERVADOR no vividor de las pasiones y dueño de todo, CONTROLADOR DE TODO. Al ver a Ana siente otra vez retornar las pasiones = “Le gritaron como una explosión en el cerebro ¡Es Ana!”.
25. “El Magistral no la oía, oía los rugidos de su pasión que vociferaban dentro”.

El Magistral vuelve a su posición de “MÁQUINA DE ECHAR BENDICIONES”.

JUICIO FINAL = en manos de De Pas = “enfrentamiento” entre Fermín – clérigo y Ana:

26. “El Magistral extendió un brazo, dio un paso de ASESINO hacia la Regenta que horrorizada retrocedió hasta tropezar con la tarima. Ana quiso gritar, pedir socorro y no pudo. Cayó sentada en la madera, abierta la boca, los ojos espantados, las manos extendidas hacia el ENEMIGO, que el terror le decía que iba a asesinarla”.

Siente el resquicio del Magistral –hombre mientras le niega la confesión a Ana:

27. “clavándose las UÑAS en el cuello … salió de la capilla”.

Y vuelta a la vida en Vetusta, bajo la sotana, bajo la mirada de su madre, todas las pasiones sentidas (como cabía esperar) vuelven a su sitio (tras la sotana-cárcel-refugio). El Magistral vuelve a “endurecerse” como si de un papel en una obra se tratase, y sigue en su mismo sitio de siempre son su actitud de siempre. Vuelve a recuperar el PODER en la última escena con Ana y todo vuelve a su lugar en la vida de Vetusta.

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