PÉREZ GALDÓS, Observaciones sobre la novela contemporánea

“Observaciones sobre la novela contemporánea en España” (1870)
Benito Pérez Galdós

I
- No tenemos novela (…) tienen una vida efímera determinada solo por la primera lectura de unos cuantos millares de personas, que únicamente buscan en el libro una distracción fugaz o un pasajero deleite.
- Lo editores han inundado el país de un fárrago de obrillas, notables solo por los colorines de sus lujosas cubiertas.
- Pero tal vez se encuentre una explicación satisfactoria fijándose en la especialísima índole de la novela de costumbres, y relacionándola con nuestro carácter y nuestra educación literaria.
- La novela de sociedad y de caracteres espejo fiel de la sociedad en qué vivimos nos está vedada. El lirismo nos corroe, digámoslo así, como un mal crónico e interno, que ya casi forma parte de nuestro organismo.
- Somos unos idealistas desaforados, y más nos agrada imaginar que observar.
- Examinando la cualidad de observación en nuestros escritores, veremos que Cervantes, la más grande personalidad producida por esta tierra, la poseía en tan alto grado, que de seguro no se hallará en antiguos ni modernos quien le aventaje, ni aun le iguale.
- La aptitud existe en nuestra raza; pero sin duda esta degeneración lamentable en que vivimos, nos la eclipsa y sofoca.
- Aquí se lee mucho y se lee de todo. Pero esta gente que lee, estos españoles q gustan de comprar 1 novela y la devoran de cabo a rabo, estimando de todo corazón al ingenio que tal cosa produjo, se abastece con un mercado especial.  el pedido de este lector especialísimo es lo que determina la índole de la novela. Aquí tenemos explicado el fenómeno, es decir, la sustitución de la novela nacional de pura observación, por esa otra convencional y sin carácter, género q cultiva cualquiera, peste nacida en Francia y que se ha difundido con la pasmosa rapidez de todos los males contagiosos.
- El género literario en q se ocupan con algún resultado nuestros desdichados literatos, y el q sostiene algunas pequeñas industrias editoriales, es d las nov de impresiones y movimiento, cuya lectura ejerce 1 influencia tan marcada en la juventud del día, reflejándose en nuestra educación y dejando en nosotros una huella que tal vez dura toda la vida.
- En cambio, cuando leemos las admirables obras de arte q produjo Cervantes y hoy hace Dickens, decimos: ¡Qué verdadero parece esto! Parece cosa de la vida. Tal o cual personaje, parece q le hemos conocido!”

II
- Nov de impresiones y movimiento = solo distracción y deleite de cierta clase de personas = plaga desastrosa
- No ha absorbido todo el público la clase de novelas de que hemos hablado. Siempre hay un pequeño número de lectores para los ensayos q en otros géneros se han hecho.
- La nov de salón de 1 tendencia puramente elegante y de “sport”, es entre nosotros 1 flor exótica y de efímera existencia. El círculo de la alta sociedad es estrecho; nos interesa poco lo que hace esa buena gente allá en sus encantados retiros.
- NECESIDAD DE RENOVAR LA NOVELA  la nov, el + complejo, el + múltiple d los géneros literarios, necesita 1 círculo + vasto q el q le ofrece 1 sola jerarquía, ya muy poco caracterizada; se asfixia encerrada en la perfumada atmósfera de los salones, y necesita otra amplísima y dilatada, donde respire y se agite todo el cuerpo social.
- El pueblo de Madrid es muy poco conocido: se le estudia poco, y sin duda el q quisiera expresarlo con fidelidad y gracia, hallaría enormes inconvenientes y necesitaría 1 estudio directo y al natural, sumamente enojoso.
- Ingenio observador y perspicaz.

III
- La clase media, la + olvidada x nuestros novelistas, es el gran modelo, la fuente inagotable, la base del orden social: ella asume por su iniciativa e inteligencia la soberanía de las naciones, y en ella está el hombre del XIX con sus VIRTUDES y sus VICIOS, su noble e insaciable aspiración, su afán de reformas, su actividad pasmosa. La novela moderna de COSTUMBRES ha de ser la expresión de cuanto BUENO Y MALO existe en el fondo de esa clase, de la incesante agitación q la elabora.  LA GRANDE ASPIRACIÓN DEL ARTE LITERARIO EN NUESTRO TIEMPO ES DAR FORMA A TODO ESTO
- Dicen que nuestra sociedad no tiene hoy la vitalidad necesaria para servir de modelo a 1 gran teatro como el XVII, ni es suficientemente original para engendrar un período literario como el de la moderna novela inglesa. No. La sociedad actual tiene tb grandes condiciones de originalidad, colorido y de forma.
- Descuella en 1er lugar el problema religioso q perturba los hogares y ofrece contradicciones q asustan.
- Al mismo tiempo se observan con pavor los estragos del vicio esencialmente desorganizador de la familia, el adulterio, y se duda si esto ha de ser remediado por la solución religiosa, la moral pura, o simplemente por una reforma civil. No es el novelista el q ha de decidir directamente estas graves cuestiones, pero sí tiene la MISIÓN DE REFLEJAR ESTA TURBACIÓN HONDA, ESTA LUCHA INCESANTE DE PRINCIPIOS Y HECHOS QUE CONSTITUYE EL MARAVILLOSO DRAMA DE LA VIDA ACTUAL.
- La aspiración de la sociedad actual a exteriorizarse se manifiesta ya con alguna energía en el sinnúmero de cuadros de costumbres q han visto la luz en los últimos años.
- Cuentos = la producción de esas pequeñas obras es inmensa (en España).
- Los hechos son los más naturales de la vida, verificándose siempre con la + estricta lógica, cualidad q, unida al interés, constituye el secreto de la buena novela.

IV
- Los vicios y virtudes fundamentales que engendran los caracteres y determinan los sucesos son tb esos de por acá. Nada de abstracciones, nada de teorías; aquí solo se trata de referir y de expresar, no de desarrollar tesis morales más o menos raras y empingorotadas SOLO SE TRATA DE DECIR LO Q SOMOS UNOS DE OTROS, LOS BUENOS Y LOS MALOS, DICIÉNDOLO SIEMPRE CON ARTE.  espejo eterno reflejador/guardador de nuestra fealdad  vicios, vanidad, presunción, vagancia vergonzante, entendimiento escaso, hambre mucha, orgullo atroz, etc. = VARIADA SOCIEDAD QUE ENCIERRA EL LIBRO = VERDAD INAPRECIABLE DE LOS CARACTERES.

[Nota: estas observaciones pertenecen a la época 1860 – 70  preludios del Realismo en España]